La intervención con la familia es un acompañamiento en una crianza consciente.
Comprender la etapa evolutiva y saber escuchar lo que expresan, mediante sus conductas y sus emociones.
Comunicarnos y acompañar sus emociones desde la calma, la amabilidad.
Proporcionándoles habilidades para que experimen y aumenten la seguridad en sí mismos, de forma que puedan afrontar sus dificultades.
La intervención en infantil consiste en experimentar, explorar y descubrir a través del juego.
Conocer, sentir y entender las emociones para gestionarlas mejor. Ser detective de las emociones propias y de los otros, para fomentar la empatia.
A través de juegos, cuentos, metáforas y explicaciones adaptadas a su edad, proporcionarles recursos y herramientas al menor y su familia.
Ponemos en práctica habilidades sociales, mediante rol-playing que contribuyan a mejorar su adaptación y poner en practica los recursos para aplicarlos en su día a día.
- Respeto mutuo. Empezando por respetarnos a nosotros mismos. Respetar las necesidades de la situación y con amabilidad respetar las necesidades del menor.
- Identificar la creencia detrás del comportamiento. Reconocer las razones que hacen actuar a la persona de cierta manera y trabaja para cambiar esa creencia, en lugar de intentar cambiar solamente el comportamiento.
- Educación que enseñe habilidades y valores para el futuro (que no sea permisiva ni punitiva)
- Enfocarse en soluciones en lugar de castigos.
- Alentar en lugar de alabar. Tener en cuenta el esfuerzo y la mejoría, no simplemente el éxito y los resultados. Construye autoestima a largo plazo y estimula.
La importancia de la mirada
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita…
Ángel González